El Calafate en mayo es un destino tranquilo y mágico, con paisajes invernales que comienzan a teñirse de tonos fríos. Las temperaturas oscilan entre los -2°C y los 5°C, con posibilidad de heladas y nieve, creando un ambiente único para explorar glaciares, disfrutar de excursiones y conectar con la serenidad de la Patagonia. Ideal para quienes buscan calma y belleza natural.